domingo, 12 de mayo de 2013

Viajero al tren...De la fresa


El famoso Tren de la Fresa que une Madrid y Aranjuez ha arrancado este domingo la temporada de 2013, en la que los viajeros que se monten en este histórico ferrocarril podrán disfrutar de una degustación de fresones a bordo y de descuentos para visitar los monumentos más destacados de la localidad madrileña. La viceconsejera de Turismo y Cultura de la Comunidad de Madrid, Carmen González, ha asistido al acto de inauguración de la nueva temporada del Tren de la Fresa, que desde 1984 conmemora el recorrido que hizo en 1851 el primer ferrocarril que circuló en la Comunidad de Madrid y el segundo en España. La temporada consta de dos fases: la primera transcurre desde hoy hasta el próximo 30 de junio y la segunda del 7 de septiembre al 27 de octubre. En total, se han programado 31 viajes los sábados y domingos que además del transporte en tren ofrecen una visita al Palacio Real de Aranjuez con guías oficiales de turismo de la Comunidad de Madrid, una libre al Museo de Falúas y un descuento del 50% en el Museo Taurino, ubicado también en esta localidad madrileña. Los trayectos, entre el Museo de Ferrocarril de Madrid y la estación de Aranjuez, de una hora de duración, son de 10.00 a 11.00 horas por la mañana y de 18.00 a 19.00 horas por la tarde. El precio del billete (29 euros para los adultos y 21 para los niños de 4 a 12 años) incluye asimismo una degustación de fresón ofrecido por azafatas vestidas de época y traslados en autocar de la estación a la zona monumental. Esta temporada el ferrocarril se ha quedado sin la tradicional locomotora de vapor por "causas logísticas", aunque mantiene el resto de la estructura, que consta de un furgón y un vagón de los años 60 y cuatro coches de madera construidos entre 1914 y 1930. El Tren de la Fresa es una iniciativa conjunta del Museo del Ferrocarril-Asociación de los Ferrocarriles Españoles, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Aranjuez y Patrimonio Nacional en la que también colabora Renfe. Al acto también han asistido el director general de Turismo, Joaquín Castillo; la alcaldesa de Aranjuez, María José Martínez; el director gerente de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Juan Pedro Pastor; el director del Museo del Ferrocarril, Carlos Abellán; y el delegado de Patrimonio Nacional del Real Sitio de Aranjuez, Horacio González-Rosell.

Rutas guiadas por el madrid de su patron


Con motivo de las fiestas de San Isidro, el Ayuntamiento de Madrid ofrece varias rutas guiadas gratuitas ambientadas en el Madrid del patrón, que pasarán por escenarios como la Colegiata de San Isidro, la Capilla del Obispo, la iglesia de San Andrés y el Museo de los Orígenes. El itinerario se inicia en la Plaza Mayor y sigue por la Colegiata de San Isidro -en cuyo altar mayor se encuentran los restos mortales del santo y su esposa Santa María de la Cabeza-, por la Capilla del Obispo -con la que la familia Vargas quiso honrar la memoria del santo y la de su propio linaje-, y por la iglesia de San Andrés. El recorrido finaliza en el Museo de los Orígenes, denominado antes "Museo de San Isidro", que albergó la conocida popularmente como "Casa de San Isidro", porque, según la tradición, fue la residencia de los Vargas, amos de San Isidro y donde vivió y murió. Las rutas, organizadas por la Oficina de TurismoMadrid Visitors & Convention Bureau, tienen lugar desde el martes 14 al viernes 17 de mayo. Los interesados en participar en esta ruta, que tiene una duración aproximada de dos horas (9:30 a 11:30 horas) y es en español, deben inscribirse previamente en el Centro de Turismo de la Casa de la Panadería (Plaza Mayor, 27). El 15 de mayo, coincidiendo con la onomástica del Patrón, se ha organizado una ruta adaptada para personas con discapacidad visual. Durante la visita, también se podrán escuchar los milagros de San Isidro, así como hechos históricos y curiosidades de la devoción de los monarcas españoles por este santo.

El chotis "Madrid" cumple 65 años

Celebra estos días la capital de España sus fiestas patronales en honor de San Isidro. Quedan pocos restos del tipismo de antaño, por ejemplo los de su música más representativa: el chotis.Curiosamente, su origen es extranjero, de Escocia; aunque fue en tierras alemanas y austriacas donde alcanzó su apogeo, expandiéndose luego por el resto de Europa, hasta que llegó a nuestros lares. Fue el 3 de noviembre de 1850 cuando se bailó por vez primera en el Palacio Real de Madrid, en el transcurso de una gala presidida por Isabel II. Pronto sería adoptado por las clases populares, manolos y chulapas, menestrales, obreros, castizas modistillas… Y el chotis se integró en las costumbres madrileñas, cuya música sonaría en los primeros organillos que se importaron de Italia, gracias a un guarnicionero llamado Luis Cogni.
Quien le dio al manubrio por vez primera fue otro italiano radicado aquí, Esteban Expósito. En 1908 se instaló en la madrileña Carrera de San Francisco la familia Apruzzese, cuyos miembros varones, paisanos de los antes citados, se dedicarían a lo largo de varias generaciones a fabricar el típico instrumento, hasta que a principios del actual siglo falleció el último descendiente. Desde entonces es difícil encontrar un organillo. Quedan poco más de media docena, para ser alquilados en alguna ocasional verbena o en programas de televisión. En un rincón del Rastro, casi al final de la transitada dominguera Ribera de Curtidores, puede advertirse la presencia de una simpática y sencilla mujer que toca un minúsculo organillo. Responde al nombre de Salvadora, es de Albacete y viene a ser la superviviente, con su artilugio, de un añejo Madrid que se resiste a certificar la muerte del chotis.
Nos quedan múltiples grabaciones de zarzuelas en las que suena tan tradicional ritmo. O de revistas musicales donde aparece "El Pichi" como número legendario y simbólico. También otras de piezas de hace sesenta años, con la voz de quien mejor interpretó el chotis, el riojano Pepe Blanco. En la actualidad apenas quedan voces que lo canten en directo. La más reconocida es la de Olga María Ramos, digna sucesora de su madre en esos menesteres musicales, quien con su atractivo palmito y sus notables condiciones mantiene en su repertorio, junto a clásicos cuplés, esas notas tan entrañables para los nacidos en Villa del Oso y el Madroño. Precisamente este 12 de mayo, a las nueve treinta de la noche, actuará en la Plaza Mayor de Madrid en un homenaje a Sara Montiel junto a otras dos veteranas de la música popular madrileña, Eva y Mari Pepa de Chamberí. Últimas intérpretes que cultivan, contra viento y marea y al margen de las modas estas partituras tradicionales que el tiempo va arrinconando irremisiblemente. Pero que aún suenan…
El chotis por excelencia, el más divulgado es Madrid. A falta de un himno oficial, digamos que es el que, oficiosamente, representa a la capital de España. Harto sabido es que lo compuso –sin haberla visitado todavía- el gran compositor azteca Agustín Lara. No hace mucho se disparó la especie de que no lo había creado él, sino dos exiliados españoles durante la guerra civil. En el mundo de la música, del teatro, la literatura, es viejo asunto el de la existencia delos llamados "negros". Letristas, músicos que, necesitados de dinero, ofrecían sus obras a autores consagrados; o bien eran éstos los que los buscaban, a cambio naturalmente de una compensación económica. Y renunciando a su nombre y a los derechos de autor. Lara era un creador fecundo –tiene registradas cerca de setecientas canciones-. Y si recurrió a algunos de esos "negros" nadie desde luego puede probarlo. Lo único que hemos investigado es que una tarde se reunió en su casa con uno de sus colaboradores, el libretista teatral Rodolfo "Chamaco" Sandoval. Y a su vera, sentado el maestro ante el piano, fue desgranando las notas del que iba a ser el famoso chotis. El citado "Chamaco" era habitual en las tertulias de Agustín, tenía mucha imaginación y puede que le brindara algunas de las estrofas de la pieza. En cualquier caso, Agustín Lara no sólo componía música, sino las letras de sus boleros, pasodobles, y en este caso chotis. Algunos de sus números los firmaba su hermana Teresa, pero sólo a efectos fiscales.


La tradición del 15 de mayo



Las Fiestas de San Isidro ya han comenzado a desempolvar las tradiciones más castizas de la capital -chotis, toros y agua del santo- combinadas con modernas apuestas para conmemorar la canonización del patrón.
En estas fiestas se celebra que el 15 de mayo de 1622 un campesino llamado Isidro elevó -según cuenta la tradición- el agua de un pozo para rescatar a su hijo del interior, convirtiéndose así en santo campesino (por su profesión) y, simultáneamente, en el patrón de Madrid.
Poco a poco han ido perdiendo su arraigo religioso, y los grandes protagonistas de las fiestas son las romerías y las verbenas, la limonada, los barquillos, las rosquillas del santo, y el eminente chotis "agarrao", popular desde que en el siglo XIX los "majos", "chulapas" o "chulos" organizaran bailes en los barrios obreros.
Gracias a todos estos hábitos resiste el "casticismo madrileño", respaldado por la nostalgia de las asociaciones costumbristas que cada año, por San Isidro, se colocan sus atuendos con los que reivindican el mantenimiento de las tradiciones propias.
Otra costumbre que no faltará en la fiesta del santo campesino es el multitudinario descenso hasta la ermita de San Isidro, donde es de rigor que los asistentes hagan cola para beber el agua de la "milagrosa fuente".
Tras esto, es frecuente parar en la orilla del Manzanares para hacer hueco a los platos de cocido, entresijos o gallinejas, y correr después delante de satíricos gigantes y cabezudos.
Las "rosquillas del santo" merecen un capítulo aparte, divididas en las "tontas" (la clásica, sin recubrimiento), las "listas" (con baño de azúcar glas y limón), las "francesas" (con almendras y canela) y las de "Santa Clara", con merengue seco y vainilla; todas ellas ya preparadas en los puestos y tiendas del centro.
Y desde tiempos de Benito Pérez Galdós es "costumbre española" visitar Madrid a mediados de mayo y la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, invita a madrileños y turistas a pasear por las plazas "más emblemáticas" y "saborear la tradición y modernidad" de la ciudad.
Como de tradiciones va la cosa, el Consistorio contará con la actuación de Kiko Veneno, obras de teatro en la gran mayoría de centros, o procesiones en los distritos, además del homenaje a la recientemente fallecida Sara Montiel a través del cuplé que, según dicen, ella rescató del olvido.
Los más sosegados tendrán oportunidad de rememorar cómo eran las praderas de San Isidro en el siglo XVIII a través de la pinturas de Francisco de Goya que permanecen en el Museo del Prado